¿Dónde está tu mente?

En estos días he estado pensando en lo mucho que nos perdemos de la vida por no estar aquí y ahora.

Podemos estar en el mejor concierto de rock, en el que la gente grita y canta… pero si la mente está volando hacia el pasado o perdida en planes del futuro, la experiencia se ve minimizada.

Vamos de un lugar a otro con la mente plagada de pensamientos. Son estas mini películas que proyectamos en el teatro interno, las que no nos permiten apreciar lo que hay.

¿Cuándo fue la última vez que te perdiste en el explosivo sabor de una manzana? Sí, algo tan simple como una manzana. Con esa textura crujiente, esos jugos que recorren tu boca con un ligero ácido que hace que salives para poder disfrutar aún más la experiencia. ¿Alguna vez te has sentado con todos tus sentidos a comer una fruta?

Es un ejercicio de meditación sin precedentes.

Pero lo olvidamos.

Mantenemos la mente anclada al pasado. O quizá estamos tan ocupados que no le permitimos ni un segundo de silencio.

¿Dónde está tu mente? En serio hay que considerar.

¿La dejas añorar el pasado? ¿La mantienes mirando al futuro? ¿La mantienes envenenada con envidia, temores o ira?

La mente tiene un hogar que extraña. Es su sitio, donde ella puede ser feliz. Ese hogar se llama AQUÍ.