"Tu visión se volverá clara solamente cuando mires dentro de tu corazón. Quien mira hacia afuera, sueña, quien mira hacia adentro, despierta"
En el universo todo es energía, y nuestra función es ser creadores. Todos los pensamientos que tenemos en la mente, crean nuestro mundo en un proceso constante. Cada situación y experiencia que vivimos, se originó con un pensamiento.
Es importante estar atentos al movimiento de la mente y observar en qué pensamos durante el día; sobre todo en los primeros minutos luego de abrir los ojos en la mañana, y también antes de irnos a dormir.
Al darnos cuenta del poder de nuestras formas de pensar, tanto personales como colectivas, podemos comenzar a elegir a qué pensamientos daremos lugar. Qué pensamientos nos llevan hacia adelante en el camino y cuáles retrasan nuestro crecimiento; cuáles nos hacen sentir alegría y cuáles no, qué pensamientos crean la realidad próspera que queremos, y cuáles nos limitan a creer que no podemos lograrlo. Eso se llama crear a consciencia.
No estamos obligados a alimentar nuestra vida de pensamientos que duelen. Puede que los hayamos elegido en otro momento, pero si ahora nos angustian, enferman o quitan las ganas de existir; ya podemos empezar a sustituirlos por ideas más amorosas. Hacia nosotros mismos, los demás, la familia, el trabajo, el dinero, la salud, Dios, o lo que sea.
Vive en nosotros un poder ilimitado. Ese poder, si está guiado por una mente cristalina y conectada con la divinidad, puede lograr grandes maravillas. Y esto no es algo excluyente para algún “elegido”, porque es un don que todos tenemos. Un pensamiento que cura, es un milagro; nada en el mundo sana como el amor. Y el amor sana al mundo.
“Soy tal como Dios me creó. Me acepto y me amo tal cual soy. Porque soy amor”.
Bendiciones
Namaste!!
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